Un producto perecedero es aquel cuya calidad se degrada por el paso del tiempo y por las condiciones del medio ambiente. Dadas sus características químicas y/o fisiológicas de corta vida, son más susceptibles a sufrir daños severos e irremediables durante su transportación, sobre todo si existe variación de temperatura.  Por ejemplo: Alimentos frescos (Frutas, Verduras y Vegetales), productos cárnicos, lácteos, flores, medicinas, químicos, etc.

En el comercio internacional el manejo de perecederos ocupa un importante análisis, ya que en su manejo radican los factures a cuidarse en su entrega (Estado físico, tiempo y costo), son esenciales para cumplir con el fin que tendrá ante el usuario final, ya sea para formar parte de una manufactura, ser susceptible de la venta o una re-distribución o simplemente para consumirlo. En gran medida, el principal indicador en el manejo y traslado de estos bienes, tiene que ver con la integración de la CADENA DE FRÍO. Podemos definir este término, como el conjunto de pasos que se incluyen en el proceso de refrigeración y congelación, que los productos perecederos necesitan para llegar en óptimas condiciones hasta su consumidor final.  Si la temperatura en alguno de estos eslabones, no es la que necesita el producto perecedero que se está transportando, éste pierde su calidad.

¿Cómo comenzar a planificar el movimiento de carga perecedera?

Una vez que como productor o comercializador, tienes identificado que cuentas con una REAL oferta exportable de algún producto perecedero, y tienes identificado a prospectos o clientes ya confirmados, que requieren tu producto, la planificación de los envíos partirá de las características que tenga tu mercancía, ante lo cual sugiero consideres al menos los siguientes elementos:

  • Naturaleza de tu producto: Es un alimento, un químico o algún otro producto que requiera condiciones especiales de transportación (Viajes independientes, consolidación con cargas similares).
  • Tiempo de vida del producto: Es el tiempo en el que tu producto puede contener y mantener sus propiedades aptas para su fin, sin sufrir ningún cambio negativo.
  • Envase y embalaje: Tu producto deberá contenerse en materiales que le permitan una eficiente manipulación y la efectiva recepción del aire frío para lograr mantener la temperatura idónea.
  • Condiciones de Almacenaje y Transportación
    • TEMPERATURA: Grados Celsius o Fahrenheit en los cuáles el producto mantiene intacta sus características físicas y propiedades
    • VENTILACIÓN: Apertura de ventilas dentro del almacén o el contenedor que permiten intercambio de gases con el exterior.
    • ATMÓSFERA CONTROLADA: Es un ambiente en el cuál el intercambio de gases CO2 y O2 en proporciones diferentes genera un estado de hibernación para la maduración de los productos frescos.

Los perecederos son productos delicados cuya merma es latente desde su fabricación, cosecha o corte hasta la llegada al punto final con el consumidor, por tal motivo debemos mantener intacta la cadena de frío durante todo el ciclo logístico.

¿Cómo elegir el mejor transporte?

En toda planeación logística, la elección del transporte dependerá básicamente del interés de suministro que haya con tu destinatario o cliente final. Este interés básicamente encierra las premisas básicas de la logística: TIEMPO Y COSTO. Por lo tanto, dependiendo del tiempo en que se necesite para su consumo y del costo que impacte su transportación, tendrás la respuesta sobre el medio idóneo. Para brindarte un panorama específico que te ayude a tomar la mejor decisión, encuentra a continuación las características y beneficios de cada medio de transporte para carga perecedera.

TRANSPORTE TERRESTRE

Es el transporte más flexible por su disponibilidad y facilidad de contratación. Dependiendo de la línea transportista, te ofrecerá opciones de diversas capacidades de carga: Cajas Torton, Cajas de 48’ y 53’, así como los portacontenedores. Es importante destacar que para carga refrigerada los transportistas deberán contar con equipo de refrigeración en sus cajas secas o para el caso de la carga contenerizada llevar un motogenerador.

TRANSPORTE MARÍTIMO

Es un transporte más económico y con mayor capacidad de carga (peso y volumen). Existen dos modalidades en que podrás contratarlo: FCL y Carga General a temperatura controlada. El primero, de sus siglas “Full Container Load”, es la contratación de un CONTENEDOR REFRIGERADO, el cual lo puedes encontrar en 20’ y 40’HC. Dependiendo de la línea naviera y de la disponibilidad de equipo en tu país, será las opciones que pongan a tu consideración. La transportación como Carga General refrigerada, será en buques especiales que cuenten con bodegas en su interior capaces de mantener una temperatura idónea para el producto. Es recomendable para envíos de más de 1,000 toneladas de un producto, por la capacidad y costeo unitario.

TRANSPORTE AÉREO

Es el medio más rápido y seguro para envío de tus mercancías, no obstante su precio es comparativamente mayor. Es eficiente para el manejo de carga cuyo tiempo de vida es muy corto, o para aquellos productos que deben llegar a sitios dónde el marítimo resulta imposible por su prolongada travesía. Se deberá evaluar el costo-beneficio de su elección de acuerdo a los intereses entre comprador y vendedor. Este tipo de transporte aéreo maneja en sus posibilidades, el envío de carga mediante bodegas refrigeradas o congeladas en el interior del avión, o para casos muy especiales, la utilización de contenedores a temperatura controlada.  Una de las limitantes en este tipo de transportación, es la cantidad y dimensiones de las cajas que las aerolíneas exigen para realizarse el tránsito internacional. Deberá revisar con su línea aérea cuál es la dimensión, peso y cantidad máxima permitida.

En los tres niveles de transportación, es importante destacar que los mecanismos de temperatura controlada pueden ser mecánicos (automatizados) o no mecánicos (se utiliza hielo seco en la preservación de la temperatura). Las temperaturas van desde los 30°C hasta los -20°C.

¿Qué debo considerar antes de entregar mi mercancía a un transportista?

  1. Establecer claramente en las instrucciones, la temperatura “Set Point” a la cual deberá viajar el producto. Así mismo deberemos indicar si requeriremos que haya un pre-enfriamiento de la caja seca que se llevará nuestro producto o disminuirá paulatinamente la temperatura antes de cargar. IMPORTANTE: El contenedor deberá tener cuando mucho, +/-2° de diferencia, en el momento de la carga,  con respecto a la temperatura del producto y del set point. En caso contrario un choque térmico podrá afectar al producto y al generador.
  2. Verificar las condiciones físicas de la caja o contenedor, para confirmar que funciona correctamente y que se encuentre libre de contaminantes. Si requerirá atmósfera controlada y/o ventilación, deberá confirmarlo con el operador antes de comenzar la carga.
  3. El embalaje del producto deberá permitir que el aire frío que circulará en la caja seca, contenedor o cámara del avión. La estiba debe hacerse evitando dejar espacios dónde se acumule aire caliente. Respetar las indicaciones máximas de estiba que tienen las cajas secas y contenedores.

Una vez entregada la mercancía al transporte local e internacional, deberá llevar una vigilancia del tránsito y si es posible de la temperatura, para lo cual podrá apoyarse de dispositivos termográficos que llevarán un registro de las variaciones de temperatura al interior del buque. Así mismo deberá ser consciente que desde planta a destino final, su carga podrá ser susceptible de diversas manipulaciones en los recintos portuarios, aeroportuarios o fronterizos, así como en las bodegas a las que arriban. La cadena de frío no puede perderse en ningún momento, por lo que deberá considerar conexiones extra y periodos de almacenaje a temperatura controlada.

Como última recomendación, es preferible que todo envío de carga perecedera, pueda apoyarse de la contratación de un seguro que resguarde la cadena de frío, para que usted y su cliente tengan una base sólida de tranquilidad y confianza en el envío de los productos.